Los residuos de envases
Los residuos de envases domésticos en España se gestionan mediante un modelo de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP).
Los residuos de envases domésticos en España se gestionan mediante un modelo de Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP).
La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) es una política ambiental que amplía o extiende la responsabilidad (administrativa, financiera o física) que un productor tiene sobre los productos que comercializa hasta la gestión de su residuo. El concepto fue introducido por Thomas Lindhqvist de Suecia en 1990 y, por lo general, se entiende como un estímulo a los productores para que tengan en cuenta las consideraciones ambientales durante las fases de diseño y fabricación del desarrollo del producto.
La normativa entonces vigente (Ley 7/1985 Reguladora de las Bases del Régimen Local) ya determinaba que la obligación de prestar el servicio público para la recogida y tratamiento de los residuos urbanos era de las entidades locales (municipios, mancomunidades, comarcas, áreas metropolitanas…).
La llegada de la ley de envases no cambia esta competencia, que sigue siendo de las entidades locales, pero la RAP para envases domésticos establece que el sobrecoste eficiente de hacer una recogida selectiva específica para el flujo de residuos de envases domésticos debe ser financiada por los envasadores y los comerciantes de estos productos envasados.
De este modo, la Responsabilidad Ampliada del Productor obliga a los productores a asumir la responsabilidad financiera y/o organizativa de la gestión del residuo de sus productos, incluidas las operaciones de recogida separada, clasificación y tratamiento. Esta obligación incluye también la responsabilidad de contribuir a prevenir los residuos y a que se puedan reutilizar y reciclar.
Hoy en día, la Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) originalmente definida para el flujo de residuos de envases, se ha extendido a muchos otros flujos de residuos (aparatos electrónicos, medicamentos, aceites usados, baterías…) y se ha convertido en el instrumento de política medioambiental para reducir la contaminación y la generación de los residuos cada vez más utilizado por gobiernos de todo el mundo.
La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) promueve modelos de colaboración público-privada en los que, con el objetivo de garantizar la financiación del servicio público de gestión de un determinado flujo de residuo, se toma como base un principio de responsabilidad compartida en el que cada agente debe asumir responsabilidades sobre aquellas cuestiones en las que tenga capacidad de actuación o influencia.
En el caso particular de los residuos de envases domésticos ligeros, esta colaboración público-privada deriva en el siguiente reparto de roles y responsabilidades entre los distintos agentes:
La Responsabilidad Ampliada del Productor (RAP) se aplica cada vez a más flujos de residuos por gobiernos de todo el mundo.
* Ejemplos de SCRAPs de envases miembros de la asociación ProEurope.
Asociación de SCRAPs de residuos envases que utilizan la marca registrada ‘Punto Verde’ o ‘Green Dot’ como símbolo de financiación, tengan o no lucro y estén gestionados por la propia industria obligada o por otros agentes.
Asociación de SCRAPs de residuos envases que carezcan de ánimo de lucro y sean gestionados por la propia industria obligada.
Asociación de SCRAPs de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos.
Asociación de SCRAPs de residuos de acumuladores y baterías.
Asociación de SCRAPs de residuos de neumáticos.
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